Salida domingo 23. Bco. San Juan, Cjo Hornillo, Guarnón, Vereda de la Estrella

Esta semana se plantea una ruta sin duda muy conocida y también con mucho prestigio, puede pasar por ser "la joya de la corona" de todo el parque de Sierra Nevada pues la belleza del recorrido nos coloca frente a la cara más abrupta y espectacular de los dos grandes colosos, Alcazaba y Mulhacén y es además el umbral de innumerables travesías que conducen a sus cimas y a las adyacentes, todo ello acompañados del rumor de su arteria principal, el río Real que más abajo será ya Genil.

Si alguien aún no conoce este recorrido, será para él un verdadero hallazgo, para los que ya lo hemos transitado, nunca está de más volver a disfrutarlo. Sólo añadiré algunas notas que nos ayuden a conocer algo más sobre el enclave:

Nuestro camino comienza tras dejar los coches en la última parada del antiguo tranvía, el Bco. de San Juan. Tras numerosos proyectos frustrados, fue el Duque de San Pedro de Galatino el promotor de esta línea en torno a 1920 y estuvo funcionando hasta 1974 en que la construcción de la presa de Canales sepultó una buena parte de su trazado.

Desde el Bco. de San Juan haremos un pequeño trozo de la Vereda de La Estrella. A mediados del siglo XIX fue abierto este camino por una compañía belga que explotaba las minas de pirita, calcopirita y galena argentífera que faldean las laderas del Genil. El mineral se transportaba a lomos de caballerías por toda la vereda y estuvieron en activo durante casi 100 años .

Muy pronto nos desviaremos por un sinuoso y ascendente camino que pasa junto al cortijo del Hoyo, que gestiona el ayuntamiento de Güejar- Sierra, para salir a una pista justo encima de las Canteras de Serpentina. La serpentina es un mineral (silicato de magnesio) considerado semiprecioso que se estuvo extrayendo desde el siglo XVI hasta los años 60. Prueba de su uso ornamental son los medallones que rematan varios frontones del palacio de la Real Chancillería en Plaza Nueva, una joya del XVI encargada por Carlos V a Francisco del Castillo el Mozo.

Nuestro ascenso seguirá hasta las ruinas de la cortijada de La Hortichuela y ya desde allí continuaremos cruzando un par de barrancos entre los cuales hallaremos alguna fuente (fuente Carmona o de las Chorreras) antes de llegar al refugio de Cabañas Viejas, lugar donde el botánico y geógrafo austríaco Moritz Willkomm en 1844-45 estudió la zona alta de Sierra Nevada, hospedado por los lugareños como así reflejó en sus libros de viajes.

Dejando a un lado Cabañas Viejas seguiremos atravesando robledales hasta los refugios de El Hornillo (1.900 metros de altitud), restaurados con sumo cuidado manteniendo las cubiertas de pizarra y de ramas secas tradicionales. El lugar, que posee también una fuente, es un magnífico mirador donde haremos el almuerzo para luego descender en dirección al río Guarnón adentrándonos por una vereda densamente poblada también por robles, arces (acer grantense) y algún que otro castaño. Ya abajo encontraremos la vereda de La Estrella junto a las minas que le dan nombre y el puente sobre el Guarnón, el río que desciende desde el corral del Veleta y tributa sus aguas al Genil. La vuelta nos hará pasar junto al viejo castaño conocido como El Abuelo o a nivel local como el Castaño de la Terrera. Este castaño se erige sobre un murete de piedras construido para impedir su caída y con sus más de 20 metros de altura y sus 313 metros cuadrados de proyección de copa está catalogado como Árbol Singular de Andalucía.

La ruta es circular y son aproximadamente unos 15 kms y prodríamos catalogarla de moderada para los que ya están muy curtidos en la montaña, pero de dura o muy dura para los que no posean cierta forma física, ya que sus casi 1.000 metros de desnivel en ascenso constante son exigentes.

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