16 km
750 metros
6 horas
Media

Ayer domingo día 11 de febrero del 2018, domingo de Carnaval y día de San Pedro de Jesús Maldonado, pasé un día de senderismo con los amigos de la Asociación Deportiva Azimut.

A la hora que no recuerdo pero con puntualidad no acostumbrada en estas latitudes, fuimos llegando todos al punto de encuentro cerca de Castillo de Baños, tres coches llegaron de Granaaa, con trece personas, " mal número", lo compensamos con la presencia de mi sobrino y la mía propia. De los citados coches se bajaron los tres conductores para saludarnos, los acompañantes no lo hicieron, quizás porque el arcén de una carretera no sea muy seguro, quizás porque aún estaban medio dormidos.

Tras breve explicación continuamos la ruta hacia la localidad de Polopos-la Mamola, donde llegamos tras unas tres mil curvas más o menos.

A la entrada de este bonito pueblo de la Contraviesa, erré una vez el lugar de acceso y al segundo intento encontramos una calle, que si bien no era la que yo buscaba, valió para dejar allí los vehículos.

Una vez preparados todos comenzamos a subir por las calles empinadas del pueblo, pasamos por la puerta de la única iglesia, nos fuimos hasta la fuente de agua fresquita que no atrajo el interés de nadie, para tomar brevemente la pista hacia la Mamola y posteriormente la senda hacia Sorvilán.

La senda nos fue llevando entre almendros y alguna encina, hasta una carretera comarcal por donde bajamos hacia la citada localidad.

En Sorvilán hicimos un pequeño recorrido por alguna calle y nos detuvimos frente el único bar del pueblo donde el que quiso tomó lo que le dio la gana y pudo pagarse.

Una vez finalizada la breve parada continuamos el camino por la carretera de entrada al pueblo hasta llegar al punto donde abandonamos la vía para retomar la senda hacia el Haza del Lino. Primero con una buena bajada hacia un barranco y tras el mismo comenzó la subida de la que estaban previamente advertidos. La subida cada cual la hizo como pudo y los más fuertes como les dio la gana, cosa que costó una reprimenda al que suscribe y posteriormente a los fortachones.

Tras dejar a la derecha la finca de la Jarilla, y la localidad de Alfondón, pasamos por diversas instalaciones de comunicaciones y nos introducimos en el alcornocal del Haza del Lino cosa que relajó la vista ante el cambio brusco de paisaje.

En el Haza del Lino, hubo tiempo de sobra para tomar cerveza, vino y café y finalizada la comida, volvimos al recorrido, tomamos la carretera de bajada hacia Polopos hasta encontrar de nuevo la senda, que casi en línea recta y de forma abrupta nos fue bajando hasta el pueblo.

De vuelta en Polopos algunos nos detuvimos de nuevo en el bar y otros con ganas de regresar a casa tomaron el camino hacia los coches.

Yo recibí del grupo una botella de aceite, cosa que no esperaba y que agradezco, pero que reitero que no es necesario, no obstante el detalle es mucho mejor que una medalla, porque se puede comer, o beber.

Y ya hasta la próxima y advierto, que como estoy escribiendo directamente desde el correo con mi perrito mordiéndome los pies, supongo que a lo mejor ni se entiende, vosotros corregir lo que no entendáis y espero que nos veamos en otra ocasión.

Pepe Rubia