21 km
1.140 m
No
8 horas
media-alta

Hacía tiempo que veníamos hablando de subir al Torrecilla, la cima más alta de Málaga, con sus 1919 m., en la Sierra de las Nieves. Un Parque Natural que justo este año ha recibido la luz verde para convertirse en Parque Nacional. Con este nuevo acicate y sobre todo tras la recomendación que nos hizo, tras su magistral conferencia sobre Sierra Nevada, el director conservador Javier Sánchez, programamos un fin de semana para acercarnos a la Sierra de las Nieves, subir a su emblemático pico y disfrutar de sus espacios naturales y ambientales.

Entre otras riquezas naturales este espacio da cobijo a más de la mitad de los últimos bosques de pinsapo del continente europeo. El pinsapo (Abies pinsapo) es uno de los árboles más bellos y singulares de la flora ibérica. Se trata de un rarísimo abeto que logró adaptarse al clima mediterráneo tras la última glaciación y mantener un reducto de su población en las serranías andaluzas, el 65% en la Sierra de las Nieves y el 35% restante en la Sierra de Grazalema.

El carácter endémico de esta variedad abetal, su restringida área de distribución natural y su alta vulnerabilidad al cambio climático han motivado que el pinsapo sea catalogado como especie en peligro de extinción, como el lince ibérico o el águila imperial. Con la incorporación de la Sierra de las Nieves, la red de parques nacionales incorpora el alto valor que representan sus pinsapares. Pero hay más. Entre las aves sobresale su nutrida colonia de aves rapaces, representadas por especies como el águila real, águila perdicera, buitre leonado, azor, halcón peregrino o búho real.

Desde la localidad serrana de Yunquera, donde fijamos nuestro campamento base en su camping, realizamos una ascensión a través del magnífico bosque de pinsapos y rododendros, que al dejar atrás tras alcanzar altura va dejando paso a un paisaje onírico de quejigos fósiles, robustos como baobab, que acompañan en una segunda fase de paisaje más abierto y despejado hasta la Fuente de Tolox, base de nuestro ansiado destino. Una maravilla de ruta que, para algunos se completó con un recorrido por los riscos y altos cercanos como el de Los Enamorados.

El fin de semana se completó, además de con las hermosas vistas que desde esta localidad serrana podrían contemplarse, o de sus blancas y serpenteantes calles alrededor del campanario que parecía querer tocar el cielo, de una ruta más tranquila en la que descendimos hasta el Zarzalones, el nacimiento del Río Grande en una hermosa cueva cárstica al pie de Yunquera. La sorprendente, sabrosa y reconstituyente sopa yunquerana, culminó de forma gastronómica un fin de semana montañero que todos disfrutamos.

Juan Fco.