Mulhacén

A cuatro días de la entrada oficial del verano, once miembros del club quedamos para iniciar una subida al Mulhacén que resultó muy movida. En la vida hay que ir adaptándose a las circunstancias cambiantes tanto las aleatorias como las bien determinadas. Avisados estábamos de la cantidad de nieve que aún quedaba e íbamos preparados para ello teniendo en cuenta que por la fecha y las temperaturas que teníamos la nieve estaría blanda. Y así fue, pero la cuestión era otra.

La primera decisión a tomar era si por Las Posiciones o por Los Lagunillos. Visto que en estos había mucha nieve y era temprano, nieve dura, optamos por la primera opción. Acertamos. Desde Las Posiciones todos hacia La Carihuela pisando ya nieve. El estado de esta era significativo, mucha nieve, más de la que pensaba. Bien, optamos por seguir más o menos por la pista en vez de dirigirnos hacia La Cadena. Pero era tal la acumulación de nieve que todo estaba desdibujado, apenas se distinguía la pista, solo por el conocimiento propio del lugar. Al comenzar esta bajada primer incidente, uno de nosotros resbaló y se precipitó un poco nieve abajo. Un susto. Pero el miedo es muy malo, va uno ya tocado. En vista de las condiciones cuatro optaron por no seguir y darse la vuelta. Respetable y buena decisión.

Continuamos los siete restantes. Bien al principio, pero más adelante nueva incidencia. A la vista del nuevo panorama, la carretera desdibujada totalmente con más de cinco metros de nieve e inclinada, alguien no lo veía claro y optó por no seguir. De acuerdo, optamos por adelantarnos cinco para ver el panorama bajo Los Machos con vistas al Valdeinfierno mientras atrás nos esperaban dos. La inclinación de la nieve era muy respetable. Optamos por retroceder y nos reencontramos con los dos. Comimos. Ya los siete de vuelta.

Un poco decepcionado por no haber podido rematar la faena (habíamos hecho lo más difícil, lo que se veía hacia el Mulhacén pintaba mucho más fácil) opté, para resarcirme, por bajar desde La Carihuela hacia Los Lagunillos. Buena elección, el panorama precioso, mucha nieve, fácil. De Los Lagunillos ni rastro, tapados. Pero la Laguna de las Yeguas preciosa, con deshielo.

En La Hoya de la Mora nos juntamos con los cuatro que no nos habían seguido, habían optado por subir al Veleta. Todos ya, los once, en el bar de cervezas y tapas. Buen día.

Esteban